"Puedo decir que después del intensivo de verano de risoterapia he devuelto a mi cuerpo lo que mi crisis personal de los últimos meses me había quitado. Se me ha estabilizado la tensión arterial que ya me obsesionaba, se me ha normalizado el ciclo menstrual y he recuperado el sueño. Es una sensación de llevar ropa interior de relax y paz. !Vivan los bostezos que no son de aburrimiento! Y aún así está todo lo demás de cómo me he visto de carácter, actitud, cómo me he explorado, como me he dado cuenta o he comprobado una vez más mis partes positivas y negativas y todo lo que ello conlleva en aceptarlas y en dejarlas ser en mayor o menor grado, ya que yo lo decido y, claro, esto me va a llevar toda la vida. Y luego está el lugar donde estuvimos, Can Benet, el paisaje, los árboles, el aire, la comida y sus extras garbanceros, las salidas que algunos realizábamos a las 7 de la mañana, la piscina y el sol, el sapo, ...Y el grupo, por supuesto. Gente maravillosa que no para de crecer. Y creciendo, creciendo, creciendito vamos confeccionando nuestro caminito. Gracias."